NACIÓN SANTA

BUENA TIERRA (PARTE 12)

NACIÓN SANTA

Autor: Freddy Humberto Trino Camacho 

1 Corintios 15:56
porque el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la Ley.

Romanos 5:20
La Ley, pues, se introdujo para que el pecado abundara; pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia,

Hechos 16:26
Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.

1 Pedro 2:9
Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Hace unos días atrás de una cárcel de Santa Cruz Bolivia, salía de la misma con indulto, una mujer española que fue beneficiada en un acto de misericordia de la justicia, al hallarse la misma con un cáncer terminal cuyo pronóstico a corto plazo era un irremediable deceso. La mujer en cuestión, penaba el delito de narcotráfico, debido a que fue sorprendida transportando estupefacientes, esto hecho data ya de mucho tiempo atrás.  El delito del narcotráfico es uno de los más gravosos en la jurisprudencia boliviana, que implica muchos años de cárcel, un pesado proceso de investigación y oneroso desde todo punto de vista. Los que caen en la cárcel por causa del delito del narcotráfico, su sentencia los enclaustra prácticamente de por vida, en una existencia de miseria y sobrevivencia.

 Recientemente el Estado de Bolivia, en su órgano político, decidió otorgar indulto, a delitos menores por ejemplo el hurto de bagatela, que como este no contaban con sentencia ejecutoriada, siendo los presuntos culpables sufrir un retardo de justicia, prácticamente dejados en el limbo. Esta situación agravó la condición de las cárceles, donde el hacinamiento y la promiscuidad dieron lugar a delitos dentro del recinto penitenciario. La justicia embotada, por la avalancha de procesos, por la reducida cantidad de jueces  y sobre todo donde la administración de justicia privilegia más a los ricos que a los pobres, generó parias abandonados a su suerte y a la misericordia del Creador. Esta situación altamente explosiva e intolerante, debía tener una salida pronta, humana y solidaria sobre todo beneficiando a los más indefensos como ancianos y minusválidos.

El decreto de indulto fue recibido con agrado por toda la sociedad y genero un suspiro de alivio en el alma de un pueblo muy sensible al dolor humano. Delitos mayores, como el asesinato, de orden sexual, de hurto de alta cuantía y el de narcotráfico que es el de más incidencia, debe penar sus culpas, esta realidad está en la conciencia colectiva del pueblo.

Experiencias lacerantes como lo ocurrido en la cárcel de Palmasola, de la ciudad de Santa Cruz-Bolivia, donde un grupo de reos de alta peligrosidad en un descuido de su aislamiento,   procedieron a atacar a otro grupo de reos menos peligrosos, provocándoles bajas y heridos con invalides de por vida, del que la policía deberá dar razón y cuenta de su actuar negligente. Esto nos hace ver lo complejo de la conducta humana que tiene extremos sorprendentes tanto negativos como positivos. Pero la lucha no es contra carne ni sangre sino contra potestades, gobernadores y huestes de maldad en las esferas celestes. Para que la naturaleza caída del hombre sufra una transformación trascendental, debe producirse un terremoto un sismo, donde todas las estructuras decadentes guiados por espíritus del mal caigan.

La naturaleza caída del hombre surge de su rebeldía, obstinación, obcecación y desobediencia a la ley de Dios, consecuencia de esta es la muerte esto quiere decir que el hombre caído sale del radar de Dios y es vulnerable al ataque del enemigo. El pecado alcanza poder con la ley y La palabra dice que si no hubiese ley tampoco habría pecado. El pecado confino al hombre caído en la cárcel que es su cuerpo, cuando antes de su caída era un templo. Este templo de purificación de los espíritus rebeldes, fue prostituido con el pecado convirtiéndola en una cárcel, cuyos cerrojos y candados son los múltiples vicios. Pero en el plan perfecto de Dios debía venir un tiempo de gracia y este debía ser cumplido por su Hijo Jesucristo. El debía traer la liberación perfecta dado en un mandato hecho de una misión y visión. La misión, debía ser redentora, salvadora en rescate por las almas y como vigilante y rey en servicio de su pueblo, en suprema abnegación y sacrificio, entregar su vida para liberarnos del cautiverio del pecado y de la muerte. Y todos lo que lo reciban verán salvación. El plan de Dios es perfecto, completo, absoluto, integral por el cual también comprende el reintegrarnos con todas las prerrogativas y derechos a formar el Reino de los cielos, para esto hay una segunda parte la visión de Cristo que es el la de la restauración y restitución de la Nación  Santa de Dios, donde hay un solo Estado el cuerpo de Cristo esto quiere decir su Iglesia.

MENSAJERO-PROFETA
MATEO 28:19