BUENA TIERRA (PARTE 5)
..LO QUE TENGO TE DOY…
Autor: Freddy Humberto Trino CamachoEn nuestra formación cultural, entendíamos que todo se resolvía con dinero y el que no tiene dinero es como si poseyera una enfermedad contagiosa similar a la lepra o tuberculosis, por lo cual manifiesta es que la pobreza espanta por lo gris y triste y no hay más remedio que aceptar esta condición ingrata y dolorosa para los que la padecen. Pero este es un estado de sopor y hedor insoportable producto de andar entre las tinieblas producto de una cultura mercantilista y materialista, insensible al dolor y al sufrimiento. Esto repercute en los ámbitos deprimidos de la sociedad como también en los pudientes, es así que en este último ámbito los padres arreglan su falta de atención con los hijos por falta de tiempo, con dinero fomentándoles sus más absurdos caprichos, también son los hijos con padres ancianos que los asilan en paraísos de comodidad pero con falta de afecto familiar. Jesucristo en un pasaje, observa esta falta de conciencia, señalando que todo tiene su prioridad y a tiempo hay que dar amor antes que llegue la sepultura.(Siempre tendréis a los pobres con vosotros y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. Ésta ha hecho lo que podía, porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. Marcos 14.7-8). Jesucristo se refleja en ulos pobres, pero con mucho más importancia en nuestros seres queridos, sabiendo que son cortos los tiempos para darles amor. Muchos de estos padecen soledad, depresión de abandono y esto se puede curar tan fácilmente con una visita, un aliento, una atención y esto tienen su recompensa en el reino de los cielos. (Respondiendo el Rey les dirá: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mi lo hicisteis. Mateo 25:40). Que sencillo es dar amor, no es necesario atiborrar con presentes para demostrar nuestro afecto, solo con nuestra presencia y nuestro afecto podemos hacer milagros. Pedro en una ocasión acompañado de Juan al entrar al Templo, en la puerta vio a un cojo de nacimiento el cual pedía una limosna, al pedirles Pedro le dijo: míranos. Pero Pedro dijo: - No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Hechos 3:6.
En una ocasión, por una fracción de segundos de distancia, casi presencio un accidente de por sí ya horrendo para la naturaleza humana, donde una niña fue atropellada por una movilidad, siendo su progenitora que en un descuido la soltó, protagonizando esta desgracia; la mujer ante este infortunio, solo daba alaridos de dolor y la gente que se hallaba aglomerada en el sector-un lugar altamente comercial en la ciudad de La Paz Bolivia- presenciaba atónita y paralizada. En el instante del accidente yo estaba a la puerta, de un centro de internet saliendo, salte con un reflejo instintivo y atiné a acercarme y alentar a la mujer que se hallaba en shock, a que la levantara y la llevara a un puesto medico porque el peligro estaba en el tiempo; vi el rostro de la niña ensangrentada y me puse a orar en voz callada, mientras embarcaban el cuerpecito de la niña en brazos de su madre que partían a lo desconocido. Me pregunte mas después que hubiese hecho Jesús en mi lugar, seguro como hizo con la niña muerta de una alto dignatario, que tomándole de la mano le dijo: ¡Talita cumi! (que significa: “Niña, a ti te digo, levántate”). Marcos 5:41 Jesucristo lleva el don la santidad y de la obediencia, en esto radica su poder y su autoridad sobre toda fuerza y energía destructiva y de muerte, en sí El es la vida y todos los que llevan su espíritu aún mayores cosas que El hizo lo harán. (De cierto, de cierto os digo: El que en mi cree, las obras que yo hago, el también las hará; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Juan 14:12)
Los milagros de sanidad se pueden dar mediante nuestra participación, siempre y cuando nos convirtamos en un canal de santidad y amor, por este correrá la vida reparando, reconstruyendo todo lo dañado. Pero hay otro tipo de milagros operados en la existencia no solo de personas, de las familias sino también de naciones, dado por otro canal que es de la justicia.
MENSAJERO-PROFETA